Su singular trabajo puede verse en esta ciudad.
Yuri Gogol es un
artista ruso radicado desde hace 20 años en Argentina. Se especializa en el uso de metales preciosos combinados con
gemas para realizar sus creaciones de arte contemporáneo.
En piezas diminutas o de mayor tamaño combina oro y plata
con esmeraldas, rubíes e incluso diamantes.
También es un admirador de las hormigas, a las que considera
insectos sorprendentes y exitosos y les atribuye un sentido de comunidad que, dice, las hace superar sus obstáculos.
Opina que si la humanidad tuviera ese mismo sentido de pertenencia a un
gran grupo, como hacen las hormigas, entonces el planeta sería un mejor
lugar para vivir y se acabarían muchas desgracias actuales que vemos en cualquier país al que nos movamos.
Gogol descubrió que en su patria adoptiva también hay otros
artistas que opinan lo mismo y crearon el “Movimiento hormigarte” que busca
difundir esa ideas por medio de expresiones artísticas y culturales pero también mediante la confección
de prendas.
En 2012 Yuri Gogol estuvo en Yucatán para recorrer Chichén
Itzá y otras partes de la península. En esa
ocasión conoció al fotógrafo yucateco Federico Espinosa “Chacpol”, cuyo
proyecto de viejas puertas llamó su atención.
En 2013 viajó a Italia para exponer en la Bienal
de Florencia, donde estrenó una nueva colección de obras basadas en las
hormigas. Elaboró insectos de plata decorados con piedras preciosas, los
muestra realizando sus tareas cotidianas: transportando hojas, explorando, conviviendo, etc. Exhibe las piezas sobre trozos de madera
para aumentar el realismo que quiere transmitir al respecto.
En 2014 regresó a México, donde conoció a Alejandra Jorge
Macari, pintora y diseñadora de prendas que también recurre a la joyería y
espejos para sus creaciones. Ella se interesó en la obra y el proyecto
“Hormigarte” y lo invitó a exponer en Yucatán.
Desde octubre pasado Gogol abrió en el último piso del Gran
Museo del Mundo Maya una exposición
denominada “La reina”, la cual ha mostrado en otros lugares e incluye parte de
las piezas que ha creado con el tema de esos animalitos.
Esa exhibición incluye un “Makech”, el escarabajo que,
según una la leyenda maya, era un
príncipe convertido en ese insecto a consecuencia de una maldición. Su mujer amada lo llevaba enjoyado en el pecho, a modo de
prendedor.
Esa exhibición incluye fotografías para mostrar mejor las
pequeñas piezas de joyería y hay un
decorado que simula a cientos de hormigas invadiendo ese recinto.
También se colocó un cartel sobre los
conceptos de Yuri sobre esos animales: les atribuye virtudes como visión,
convicción, pasión y perseverancia.
Considera que las hormigas consiguen sus objetivos gracias a
su organización social y su sistema de vida en comunidad. Se pregunta: “¿Podremos los seres humanos llegar a ese nivel de evolución: a vivir
buscando el bienestar de la sociedad?”. Opina que los animales y los seres
humanos que son luchadores merecen un
mundo justo y equitativo.
Yuri y Alejandra han realizado proyectos artísticos juntos.
Ella hizo murales a los cuales él le
incorporó hormigas. También diseñaron prendas para hombres y mujeres con
bordados de esos insectos. Hay joyería de Alejandra que incorpora ideas del
ruso-argentino.
Quienes acudan a ver la exposición “La reina” podrán
aprovechar para observar en ese mismo salón
una exposición de pinturas al
óleo de la artista Carol Acereto. Son obras realistas y costumbristas
relacionadas con la vida y la naturaleza de esta parte del país.
Ambas muestras están en la parte más alta del museo. La
gente mayor tendrá que usar el lento elevador para llegar a ellas, y las personas de menos edad arribarán ahí
jadeantes después de subir la escalinata porque la escalera eléctrica que
ahorra parte del tramo no funciona.
Este problema y las interrupciones del
espectáculo de luz y sonido de ese edificio son frecuentes. (Mérida Cultura).