lunes, 1 de enero de 2018

Lo atroz y lo sublime del ser humano


Parte de la obra pictórica de la artista yucateca Sandra Nikolai está dirigida a denunciar distintos  males que México y el planeta en general  padecen a pesar del avance del conocimiento y la tecnología, mismos que deberían contribuir a poner fin a dolorosas desigualdades sociales y el modo atroz con que se violan derechos humanos y se mata y esclaviza a parte de la población.

Esos cuadros abordan la migración, la violencia, la explotación, la guerra y otras desgracias humanas para crear conciencia en el espectador sobre las mismas e invitarlo a dejar la indiferencia para hacer algo y para acabar con ellas.

En este año de elecciones en la nación, esas pinturas son un llamado a la participación ciudadana.

La pintora reunió varias de esas obras para ofrecerlas juntas en una exposición en la que también muestra la otra cara de la moneda: la serenidad, paz y alegría que hay en costumbres, tradiciones y paisajes del pueblo yucateco. Son cualidades que hablan de la posibilidad real del sur humano de convivir y buscar siempre lo sublime que hay en él.

Los dos conjuntos de pinturas forman la muestra “El otro lado de nuestros sueños”, que la artista inauguró hace unos días en los tres espacios de la galería principal del Teatro Peón Contreras.

En total se exhiben 45 cuadros figurativos, costumbristas y abstractos. Parte de ellos son xilografías. Fueron realizado en los 18 años que van de 1999 a la fecha.

-Quiero que el público reflexione y se cuestione sobre esta paradoja de que junto con cosas bonitas hay cosas horribles que no deberían suceder –explicó la autora al hablar del propósito de esas creaciones.

-Hace miles de años que el hombre surgió y sin embargo seguimos permitiendo que haya guerras, violaciones y maltratos -deploró.


En la inauguración de esa exposición ella insistió ante el público presente sobre la urgente necesidad del compromiso personal para combatir males que a estas alturas de la civilización ya deberían estar erradicados.

-Cada quien en su entorno puede poner un granito de arena para que nuestro mundo sea mejor –manifestó.

Sandra Nikolaí comenzó en este oficio hace más de 40 años. 

Su inclinación hacia este arte visual surgió cuando ella tenía 17 años de edad y comenzó a tomar clases de dibujo por correspondencia, tarea que combinaba con sus responsabilidades escolares.

Ella se considera una artista disciplinada. Sus obras son fruto de la tenacidad y el trabajo, no de la inspiración. Desde que era adolescente acostumbraba levantarse a las 6 de la mañana y dedicar dos horas de estudio al dibujo y la pintura.

Debido a su vasta producción ha realizado 16 exposiciones individuales y también ha participado en otras 150 colectivas.

En esta exhibición en el Teatro Peón Contreras las imágenes que corresponden a temas agradables nos muestran aspecto de Izamal, los tianguis  y mercados populares, la costa, las zonas arqueológicas, algunos edificios meridanos y ex haciendas.  

También vemos a mujeres elaborando tortillas, vendiendo flores o hamacas. Otros cuadros son de retratos, desnudos y parejas. Hay además oficios que se han extinguido o están en vías de desaparecer: afilador de cuchillos, vendedor de tierra, aseador de calzado…

El lado oscuro está formado por pinturas que plasman el dolor de esa parte de la población que sufre injusticias y la violación de sus derechos más elementales y sus garantías más preciadas. 

Una de esas imágenes alude a “La bestia”, el ferrocarril que los migrantes centroamericanos abordan ilegalmente en la frontera sur del país y que es el principio de su viaje penoso y peligroso viaje hacia Estados Unidos.


Esa exposición estará ahí hasta el 31 de enero. Puede ser visitadad de martes a viernes, de 9 de la mañana a 9 de la noche. Los sábados y domingos el horario es de 9 de la mañana a 2 de la tarde y de 4 de la tarde a 7 de la noche. La entrada es gratuita.