Parte de la obra pictórica
de la artista yucateca Sandra Nikolai está dirigida a denunciar distintos males que México y el planeta en general padecen a pesar del avance del conocimiento y
la tecnología, mismos que deberían contribuir a poner fin a dolorosas
desigualdades sociales y el modo atroz con que se violan derechos humanos y se
mata y esclaviza a parte de la población.
Esos cuadros abordan la
migración, la violencia, la explotación, la guerra y otras desgracias humanas
para crear conciencia en el espectador sobre las mismas e invitarlo a dejar la
indiferencia para hacer algo y para acabar con ellas.
La pintora reunió varias
de esas obras para ofrecerlas juntas en una exposición en la que también
muestra la otra cara de la moneda: la serenidad, paz y alegría que hay en
costumbres, tradiciones y paisajes del pueblo yucateco. Son cualidades que hablan de la posibilidad real del sur humano de convivir y buscar siempre lo sublime que hay en él.
Los dos conjuntos de pinturas
forman la muestra “El otro lado de nuestros sueños”, que la artista
inauguró hace unos días en los tres espacios de la galería principal del Teatro
Peón Contreras.
En total se exhiben 45
cuadros figurativos, costumbristas y abstractos. Parte de ellos son
xilografías. Fueron realizado en los 18 años que van de 1999 a la fecha.
-Quiero que el público
reflexione y se cuestione sobre esta paradoja de que junto con cosas bonitas hay
cosas horribles que no deberían suceder –explicó la autora al hablar del
propósito de esas creaciones.
-Hace miles de años que el
hombre surgió y sin embargo seguimos permitiendo que haya guerras, violaciones
y maltratos -deploró.
En la inauguración de esa
exposición ella insistió ante el público presente sobre la urgente necesidad del
compromiso personal para combatir males que a estas alturas de la civilización
ya deberían estar erradicados.
-Cada quien en su entorno
puede poner un granito de arena para que nuestro mundo sea mejor –manifestó.
Sandra Nikolaí comenzó en
este oficio hace más de 40 años.
Su inclinación hacia este arte visual surgió cuando ella tenía 17 años de edad y comenzó a tomar clases de dibujo por correspondencia, tarea que combinaba con sus responsabilidades escolares.
Su inclinación hacia este arte visual surgió cuando ella tenía 17 años de edad y comenzó a tomar clases de dibujo por correspondencia, tarea que combinaba con sus responsabilidades escolares.
Ella se considera una
artista disciplinada. Sus obras son fruto de la tenacidad y el trabajo, no de
la inspiración. Desde que era adolescente acostumbraba levantarse a las 6 de la
mañana y dedicar dos horas de estudio al dibujo y la pintura.
Debido a su vasta
producción ha realizado 16 exposiciones individuales y también ha participado
en otras 150 colectivas.
En esta exhibición en el
Teatro Peón Contreras las imágenes que corresponden a temas agradables nos muestran aspecto
de Izamal, los tianguis y mercados
populares, la costa, las zonas arqueológicas, algunos edificios meridanos y ex
haciendas.
También vemos a mujeres
elaborando tortillas, vendiendo flores o hamacas. Otros cuadros son de
retratos, desnudos y parejas. Hay además oficios que se han extinguido o están
en vías de desaparecer: afilador de cuchillos, vendedor de tierra, aseador de
calzado…
El lado oscuro está
formado por pinturas que plasman el dolor de esa parte de la población que
sufre injusticias y la violación de sus derechos más elementales y sus
garantías más preciadas.
Una de esas imágenes alude a “La bestia”, el
ferrocarril que los migrantes centroamericanos abordan ilegalmente en la
frontera sur del país y que es el principio de su viaje penoso y peligroso
viaje hacia Estados Unidos.
Esa exposición estará ahí hasta
el 31 de enero. Puede ser visitadad de martes a viernes, de 9 de la mañana a 9
de la noche. Los sábados y domingos el horario es de 9 de la mañana a 2 de la
tarde y de 4 de la tarde a 7 de la noche. La entrada es gratuita.