lunes, 15 de septiembre de 2014

Los mayas al cincel



 

 

La pinacoteca de esta ciudad nos muestra la visión de un escultor sobre este pueblo.


Su padre fue austro-húngaro, su madre mexicana; nació en la ciudad de México y vivió unos 40 años en Yucatán. Su nombre es Enrique Gottdiener Soto, fue anticuario, escultor y profesor de arte.


Sus gubias y cinceles moldearon desde oro, marfil y coral negro hasta cera y la humilde y suave madera del “chaká” que abunda en los montes del Mayab. 

De ese trabajo surgieron numerosas piezas pequeñas y monumentales, parte de ellas se exhiben en museos o están esparcidas en parques y otros sitios públicos del interior del estado y de varias ciudades de la República.

El mes pasado se cumplieron cuatro años de que fue abierta en su honor en Mérida una exposición permanente con 37 bronces suyos, todos ellos sobre temas, estampas y personajes yucatecos.

Esa sala especial está en la planta alta de la pinacoteca “Juan Gamboa Guzmán”, un centro cultural en pleno corazón de esta ciudad y que lamentablemente es poco visitado por la población.


Los datos que son conocidos de este escultor mexicano indican que aprendió el oficio en Europa, a donde sus padres, Marcos Gottdiener (de ascedencia austro-húngara) y Esther Soto (mexicana) lo enviaron desde joven.

Nació a principios del siglo pasado, en 1909, en el Distrito Federal. Poco después de que él viniera al mundo sus padres, al igual que el resto de la población mexicana, se vieron envueltos en la convulsión política, social y económica que trajo la revolución.


En el Viejo Continente Gottdiener inició su aprendizaje en Austria y después recorrió otras naciones europeas que ampliaron sus conocimientos sobre el arte y el aprecio a las distintas manifestaciones culturales.

De regreso al país vivió en la ciudad de México, Guanajuato, Guadalajara y Oxaca, después se estableció en la capital yucateca, donde permaneció más de 40 años. En esta ciudad fue durante seis años Director General de Bellas Artes.


Además de la abundante obra que salió de sus manos hubo otra más que él reunió como anticuario. 

En Mérida hay dos sitios que le rinden homenaje a este artista mexicano. Uno de ellos es el Centro Estatal de Bellas Artes, donde se creó una plaza que lleva su nombre y en la que exhiben bustos de Leopoldo Peniche Vallado y el poeta Antonio Mediz Bolio. 
El otro es la sala en su honor creada en agosto de 2010 en la pinacoteca “Juan Gamboa Guzmán” para celebrar los 100 años de nacimiento de este artista.

En los municipios de Sotuta, Izamal, Chichimilá, Tekax y Tixpéual hay esculturas suyas sobre distintos personajes de la historia local.

A los 77 años de edad Gottdiener Soto ya radicaba de nuevo en la ciudad de México, donde falleció. La mejor forma de recordarlo es visitando parte de su obra que, como ya señalamos, se exhibe en forma permanente en la pinacoteca de esta ciudad. (Mérida Cultura).

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