miércoles, 12 de octubre de 2016

Múltiples formas de expresar arte



Obras de la escultura, grabadora y pintora Beatriz  Castillo


Desde fines de septiembre quienes gustan del arte pueden conocer de un  vistazo el cosmos que conforma la obra de Beatriz Castillo, una de las pocas creadoras locales que escruta en todos los géneros visuales y técnicas para cosechar espigas de arte en todo labrantío propicio para la expresión artística.


Su trabajo es un amplio lago alimentado por corrientes fluviales de pintura, escultura, grabado e instalación,  que son los universos donde ella se mueve. 

Para estos viajes astrales Beatriz Castillo recurre a todo vehículo que sale a su paso: rocas, madera, caucho, bronce,  hule, fibra de vidrio, metal, barro, plástico, papel, vegetales…

Pareciera que cualquier cosa que caiga en sus manos puede ser transformado con su mente creativa, espíritu sensible y dominio de variadas técnicas.


La  variedad de la obra de esta artista nos lleva a conjeturar que lo heterogéneo de su trabajo responde a momentos y circunstancias de la vida, a la necesidad de recurrir a todo lo que le haga  posible representar experiencias o vivencias de sus mundos exterior e interno.

Quizá por ello -seguimos suponiendo- en determinados casos ella prefiere pintar un cuadro para plantear su idea, y en otros opta por la escultura o el grabado.


Los colores, las texturas, las formas, las posiciones, las dimensiones y los materiales que Beatriz utiliza transmiten distintas ideas y sensaciones. En unas hay paz, en otras rebelión, otras más expresan ascenso o prisión, o bien parecen simplemente reflejar  la belleza abundante en la naturaleza. 

Esta artista considera que su obra no es “bonita”, pero es una manifestación de lo que ella siente y vive. Su trabajo, evaluado por ella misma, es un remolino de pasión e irreverencia. 


En total esta nueva exposición individual –la tercera que presenta en esta tierra- está compuesta de 80 obras realizadas en distintas épocas.  

Las piezas  fueron montadas en espacios de la Universidad Marista, la cual quedó convertida en enorme galería  porque donde hay que andar para poder dar  con todos  los trabajos y apreciarlos. Esta circunstancia dificulta al visitante dar con todas las obras.


Entre los cuadros de pintura y grabado que ella expone en esta ocasión hay tinta sobre papel, acrílico sobre tela, mixta sobre loneta, litografía, aguafuerte,  monitipo y punta seca, lo cuan reitera la variedad con la que gusta trabajar.  



La muestra se denomina “Permiso concedido”,  nombre que alude a una grave enfermedad que ella venció porque desde lo alto se le permitió continuar adelante con ese y otros proyectos más de su vida. Es  un permiso que Beatriz Castillo valora y aprovecha.  (Mérida Cultura).

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