Dos
exposiciones fotográficas muestran la ruta de vida o muerte de los migrantes
centroamericanos.
Los
mexicanos que viajan como indocumentados hacia Estados Unidos en busca del bienestar que no tienen
en este país se quejan del mal trato y abusos que sufren en esa vecina nación,
pero en México se da un trato mucho peor a centroamericanos que cruzan el
territorio nacional rumbo al norte. En este caso los peligros que acechan son robos, violaciones, extorsiones, tráfico de personas e incluso el
asesinato.
Parte
de esa realidad se muestra desde hace varios días en dos exposiciones fotográficas
en el Centro Cultural Olimpo. Amba son parte de la Primera Jornada de Promoción y Protección de los Derechos
Humanos, efectuada hace poco en ese lugar.
Una
de las exposiciones consta de fotos tomadas por los propios migrantes en comienzo
de su recorrido al ingresar al territorio mexicano y atravesar Chiapas y Oaxaca.
En este caso se obsequiaron numerosas cámaras fotográficas a esos trabajadores
para que ellos impriman aspectos de esa parte del viaje y posteriormente los
dieran a conocer.
La
otra muestra corresponde al fotógrafo Hugo Borges, quien realizó sus estudios
en Mérida y después se especializó en Argentina. Este artista de la lente ha ganado premios nacionales y
expuesto parte de su trabajo en esta capital.
Ambas
exhibiciones muestra los rostros de esos migrantes, parte de ellos son jóvenes
expuestos a experiencias terribles a manos del crimen organizado que afecta al
territorio nacional.
Uno de ellos logró ingresar una vez a Estados Unidos pero
fue deportado, y después lo intentó cinco veces más hasta que no se supo más de
él.
Las
imágenes dan a conocer también como es el cruce en la frontera sur, entre México
y Guatemala, a través del angosto río Suchiate, en balsas construidas con
maderos y recámaras de tractores. Los indocumentados no utilizan los puentes
oficiales de cruce entre ambas naciones sino que prefieren esta vía. Es el
comienzo de un largo, penoso recorrido de incertidumbre, miedo, angustias y
penalidades generadas no sólo por los delincuentes sino también por las autoridades que
deberían protegerlos.
Una
de las fotos muestra a varios de esos trabajadores encarcelados por autoridades
locales, y el texto que acompaña a esa gráfica indica que eso es ilegal porque
sólo pueden ser detenidos por orden del Instituto de Migración.
También
se expone al ferrocarril conocido como La Bestia, el cual atraviesa México
rumbo al país y por esa razón es aprovechado por los indocumentados para viajar
en é de manera ilegal y peligrosa.
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