Atrayente exposición de 12 grandes pintores y escultores mexicanos.
Una cautivante variedad de impresiones causa
visitar la exposición “Grandes maestros.
Transición y Ruptura en la pintura mexicana” inaugurada el pasado sábado
21 en la galería del teatro José Peón
Contreras.
Los autores, los motivos y las técnicas usadas en las esculturas y pinturas que
integran esa muestra hacen que resulte
ameno recorrerla para apreciar la
fuerza comunicativa de unas obras y la
colorida expresión de otras, o bien la composición emocional y los armoniosos
trazos geométricos de otras más.
De acuerdo con la información oficial, se trata
de una selección de 33 obras de
distintas técnicas: óleo, acrílicos, aguafuertes, gouache y tinta sobre papel
así como esculturas en bronce. Todas ellas
elaboradas el siglo pasado.
Y son doce autores: Rufino Tamayo, Juan
Soriano, Fernando García Ponce, Rafael y Pedro Coronel, Manuel Felguérez,
Francisco Toledo, José Luis Cuevas, Arnaldo Coen, Carlos Mérida, Gunther Gerzso
y Jorge Marín.Todos ellos son representativos de la llamada
“generación de la ruptura”, aquella que se opuso al nacionalismo, la tendencia plástica predominante a raíz de
la revolución mexicana.
Se considera que la docena de creadores
presentes en esa exposición permiten apreciar cómo se dio ese distanciamiento:
explorando otros yacimientos creativos y nuevas formas de expresar la estética,
la imaginación y la ideología. Ese bifurcación fue tomada por Tamayo y, casi
inmediatamente después, por Felguérez, Coronel, Gerzso y Mérida. El resto lo
hizo posteriormente.
Al inicio del recorrido por los dos niveles
en que se exponen esos trabajos el visitante es recibido por un atrayente
bronce del escultor Jorge Marín. Se denomina “Abrazados en la ventana”. Es una interesante composición que muestra el
dominio que el artista tiene sobre el cuerpo humano.
Unos pasos después están una escultura y
cuadros de José Luis Cuevas. Los trabajos pictóricos son en acuarela, mixta
sobre papel, tinta y aguada, y reciben los nombres de “Self portrait in market
street”, “Los papeles de Salazar” y “Animales transgénicos”.
La
escultura se denomina “Tambor”, muestra a un hombre con ese instrumento de
percusión.
Posteriormente están cuatro llamativos óleos
de la figura de Emiliano Zapata, elaborados por Arnaldo Coen. En esos cuadros el autor recurrió al provocativo empleo del color (fovismo), el
expresionismo y el pop art.
De Rafael Coronel hay siete obras. Cinco son pinturas en óleo y acrílico tituladas “Inmigrante”, “Óscar Wilde”, “No se vende”,
“El sombrero” y “La mascarita”. Y dos son esculturas, una de ellas denominada “El reposo” y otro sin título pero que bien
podría llamarse “Flautista”.
Del guatemalteco Carlos Mérida, ganador del
premio Águila Azteca, se exhibe el óleo sobre madera tipo masonita. Y del
artista zapoteco Francisco Toledo se presenta dos piezas en gouache y tinta
sobre papel, bautizadas como “Morado muerto” y “Mi casa”.
Quizá no hubiera sido necesario incluir en
esa exhibición las tres obras que hay ahí del yucateco García Ponce, pues se
cuenta con amplia muestra suya en el Macay. De todas formas resulta interesante
ver otros trabajos de este.
Del diseñador de escenarios, escritor y
director de teatro y cine Gunther Gerzso sólo se ofrece un pequeño cuadro sin
título, con trazos geométricos en verde, azul, naranja y amarillo.
A su vez el oaxaqueño Rufino Tamayo está
presente, en la planta alta, con dos aguafuertes titulados “Figura en jarras” y
“Cabeza sobre fondo verde” y la mixografía “Hombre frente al cielo”.
De Juan
Soriano se tiene el óleo sobre tela “La pareja”. Y de Manuel Felguérez
hay tres de sus piezas, una de ellas titulada “Atardecer”.
La colección ya citada pertenece al acervo de
Lourdes Sosa Galería, puede visitarse entre semana de 9 de la mañana a nueve de
la noche. Los sábados y domingos es
horario quebrado: de 9 a 14 horas y de 16 a 19 hs (Mérida Cultura).
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