lunes, 31 de octubre de 2016

Renace la escultura mexicana en cerámica



Nueva exposición de reconocida artista yucateca

De nueva cuenta la escultora yucateca Rosario Guillermo deja ver parte de su trabajo en tierra suya mediante una exposición compuesta por cerca de 20 piezas instaladas en el Pasaje de la Revolución, el cual es uno de los mejores sitios de la ciudad para todo artista que quiera poner su trabajo al paso de la gente y no esperar hasta que esta decida ingresar a museos y galerías para verlas.


Esta vez la artista trajo piezas elaboradas con cerámica, de ahí el nombre de esta exhibición:  “KeramiKón”. Son obras que ella realizó en los últimos seis años, son de tamaño monumental, de unos dos metros de alto aproximadamente.


Casi todos estos trabajos son una especie de columnas cuyo cuerpo adopta formas distintas. Las hay que semejan espirales o remolinos de agua y aire petrificados, otro trae a la mente esos conos de helado metidos uno dentro de otro, y otro más pareciera ser un apilamiento de gruesas hojas que después fueron retorcidas.


Hay también   esculturas que aparentan imitar a flamas, troncos de árbol o una simple barra de chocolate derritiéndose.


Casi todos esos cuerpos tienen texturas. Los hay rugosos, ondulados y de bordes salientes, pero  también hay que son lisos. Están pintados  en colores blanco, ocre, rojo, gris, verde y crema.


Los nombres que les asignó su autora dejan atisbar en lo que ella tenía en mente al crearlas: “El origen de la especie III”, “Lava ardiente”, “Petromagma”,  “Geonomia”, “Geologación” y “Mantaforma”.


Al igual que otras exposiciones temporales que se muestran en el Pasaje de la Revolución, esta muestra de Rosario Guillermo permanecería ahí tres o cuatro meses. El organizador de esta exhibición es el “Museo Fernando García Ponce Macay”, el  cual no informa sobre el tiempo que las obras estarán en ese sitio. El público tiene que adivinar cuándo fue inaugurada y cuándo será retirada de ahí.


Esta es la segunda ocasión que esa escultora presenta ahí su trabajo.  En 2008 instaló en ese mismo sitio una exposición denominada “Surcar la Tierra”.


La descripción de esta nueva exposición estuvo a cargo de Lily Kassner, historiadora de arte e investigadora  en  materia escultórica, la cual afirma que “Hay un renacimiento avasallante de la escultura mexicana en cerámica”, y que la obra de Rosario Guillermo es parte de ese fenómeno.


En la ficha informativa que el museo elaboró sobre esta muestra se incluyen estos datos de la artista yucateca citada:


-Es Licenciada y Maestra en Artes Visuales por la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM y por el Instituto D´arte per la Cerámica en Italia.

-Parte de sus obras se exhiben en espacios públicos y parques en Dinamarca, Francia, Hungría y Lituania.


-Desde 2005 es integrante electa de la Academia Internacional de la Cerámica, organización de la UNESCO. 
También es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte 2015-2018 Fonca-Conaculta.

-Ha participado en exposiciones individuales y colectivas en países de Asia, Europa y América.

-Ha sido conferencistas en las universidades de Harvard, Chicago, Austria y Alemania así como  en  instituciones educativas de México.


-Es autora del libro “Breve historia de la escultura en cerámica en México.” (Mérida Cultura)

miércoles, 12 de octubre de 2016

Múltiples formas de expresar arte



Obras de la escultura, grabadora y pintora Beatriz  Castillo


Desde fines de septiembre quienes gustan del arte pueden conocer de un  vistazo el cosmos que conforma la obra de Beatriz Castillo, una de las pocas creadoras locales que escruta en todos los géneros visuales y técnicas para cosechar espigas de arte en todo labrantío propicio para la expresión artística.


Su trabajo es un amplio lago alimentado por corrientes fluviales de pintura, escultura, grabado e instalación,  que son los universos donde ella se mueve. 

Para estos viajes astrales Beatriz Castillo recurre a todo vehículo que sale a su paso: rocas, madera, caucho, bronce,  hule, fibra de vidrio, metal, barro, plástico, papel, vegetales…

Pareciera que cualquier cosa que caiga en sus manos puede ser transformado con su mente creativa, espíritu sensible y dominio de variadas técnicas.


La  variedad de la obra de esta artista nos lleva a conjeturar que lo heterogéneo de su trabajo responde a momentos y circunstancias de la vida, a la necesidad de recurrir a todo lo que le haga  posible representar experiencias o vivencias de sus mundos exterior e interno.

Quizá por ello -seguimos suponiendo- en determinados casos ella prefiere pintar un cuadro para plantear su idea, y en otros opta por la escultura o el grabado.


Los colores, las texturas, las formas, las posiciones, las dimensiones y los materiales que Beatriz utiliza transmiten distintas ideas y sensaciones. En unas hay paz, en otras rebelión, otras más expresan ascenso o prisión, o bien parecen simplemente reflejar  la belleza abundante en la naturaleza. 

Esta artista considera que su obra no es “bonita”, pero es una manifestación de lo que ella siente y vive. Su trabajo, evaluado por ella misma, es un remolino de pasión e irreverencia. 


En total esta nueva exposición individual –la tercera que presenta en esta tierra- está compuesta de 80 obras realizadas en distintas épocas.  

Las piezas  fueron montadas en espacios de la Universidad Marista, la cual quedó convertida en enorme galería  porque donde hay que andar para poder dar  con todos  los trabajos y apreciarlos. Esta circunstancia dificulta al visitante dar con todas las obras.


Entre los cuadros de pintura y grabado que ella expone en esta ocasión hay tinta sobre papel, acrílico sobre tela, mixta sobre loneta, litografía, aguafuerte,  monitipo y punta seca, lo cuan reitera la variedad con la que gusta trabajar.  



La muestra se denomina “Permiso concedido”,  nombre que alude a una grave enfermedad que ella venció porque desde lo alto se le permitió continuar adelante con ese y otros proyectos más de su vida. Es  un permiso que Beatriz Castillo valora y aprovecha.  (Mérida Cultura).