domingo, 23 de marzo de 2014

Campeche vista en acuarela.




El Pasaje Picheta ofrece una exposición del pintor Luis Germán.



A Campeche lo conocemos por los paseos turísticos realizados en esa ciudad o bien por fotografías e imágenes por internet, pero hay otra forma más de acercarse a esa vecina capital, y esa es la pintura.

De hecho la pintura antecedió a la fotografía en la hermosa tarea de plasmar aspectos de ciudades y pueblos para que estos los conocieran o tuvieran una visión distinta de ellas.


Campeche ha sido colocado en lienzo por varios artistas que retrataron con su pincel a esa perla colonial de la Península. Y uno de los que lo ha hecho recientemente es un arquitecto originario del Distrito Federal y radicado en ese vecino estado desde hace 17 años. Su nombre artístico es Luis Germán, quien desde hace unos días ofrece una exposición de 15 acuarelas, la mayoría de ellas sobre Campeche.

Esa muestra está en el Pasaje Picheta, en la planta alta. Las acuarelas muestran románticos rincones y otras vistas del paisaje campechano como son la catedral y su campanario, el baluarte de Santa Rosa, la capilla de Guadalupe, la torre del baluarte Soledad y el llamado “muelle del policía”. Hay también una pintura de la zona arqueológica de Xcalumkin, ubicada en el municipio de Hecelchacán.

Esa colección incluye otros cuadros y retratos hechos por el autor en otras ciudades y épocas. Por ejemplo, hay una vista de un balcón de la ciudad de Los Lagos, Jalisco. Ese trabajo muestra el esfuerzo que realiza Luis Germán por llegar a dominar la acuarela y lograr en sus cuadros esa impresión inigualable que los hacen relevantes en el amplio campo de la pintura.     



No es la primera vez que ese artista viene a esta ciudad a mostrar su trabajo, incluso ya expuso anteriormente en el Pasaje Picheta.
Este arquitecto se inició en la pintura en 1986, con una exposición en la UNAM. A partir de ahí mostró su trabajo en varios sitios, entre ellos la Galería Metropolitana del D.F., una galería en Toluca y otra más de Chetumal, en las que expuso sus obras en forma individual o en conjunto con otros artistas. (Mérida Cultura).

lunes, 10 de marzo de 2014

Esculturas con tejido.



 

Rápida carrera de una artista yucateca que ya expuso en cuatro países fuera de México.


Es común que a los artistas plásticos les tome muchos años definirse en un estilo y ocupar un sitio en el abundante y competido mundo de esa rama del arte. Ese no fue el caso de Marcela Díaz, escultora que recurre al tejido para elaborar sus obras monumentales que ya expuso incluso en el extranjero.

Para conseguir lo anterior le bastaron tres cursos de diseño, escultura, cerámica y fundición de bronce que tomó en los talleres de dos artistas, Gerda Gruber y Jorge González. No necesitaba nada más, ella ya poseía la creatividad y las ideas sobre las obras que realizaría una vez que se “graduara” como estudiante de arte. Incluso durante el tiempo que estuvo capacitándose con Gruber elaboró 60 piezas.

Apenas en 2006 empezó su producción artística, y desde entonces se le abren espacios en galerías, foros y otros sitios en México y otras partes del mundo para exponer el fruto de su creatividad. 

Las esculturas de Marcela Díaz son enormes tejidos, de hasta cinco metros de alto, hechos con fibra de coco, un material de poco uso cotidiano pero con textura similar al del henequén, del cual se distingue por su color: aquel es café y este es blanco.
Al igual que el sosquil, los hilos del coco son ásperos y frágiles, pero al unirse adquieren fuerza contra la tensión pero conservan su característica ruda.

Parte de esos textiles bordados tienen espinas que contribuyen a redondear las ideas que la artista busca proyectar en sus obras. Las esculturas tienen esqueletos o soportes metálicos cubiertos con la fibra.

La facilidad que tiene Marcela Díaz para imaginarse una escultura y lograr elaborarla se deben a que ese don lo desarrolló, sin saberlo, desde que era niña. Su abuela le enseñó a tejer, y se sentaba junto a ella para realizar los típicos bordados de estambre y otros materiales con que se confeccionaban prendas, manteles, servilletas y otras piezas más del hogar.

Pero la creatividad de Marcela la apartaba de esos trabajos y la llevaban a realizar otras figuras y darle distintas formas a los tejidos. Por ello le resultó relativamente sencillo definir su camino en la escultura y crear sus obras. Sólo necesitó elaborar un enorme gancho de madera y ponerse a tejer. 

La cruz es la figura recurrente en su trabajo, pero no es de índole religioso. Utiliza ese diseño para representar al hombre en sus momentos de caída y ascenso, dolor, reposo, fragilidad, fortaleza, etc.

Esta artista yucateca ya expuso sus trabajos en Italia, Francia, Cuba y Estados Unidos, donde participó en festivales, bienales y otras exposiciones más.     

Actualmente hay oportunidad de ver seis de esos trabajos monumentales en una exposición que ofrece el Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán (Macay). Esta muestra se denomina En-cruces y estará abierta al público hasta el último día de este mes. (Mérida Cultura).  

El surrealismo de Alfredo Castañeda.



 

El Macay ofrece la oportunidad de conocer el imaginativo trabajo de este artista.


Cuando al fin pudimos acudir al Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán (Macay) para ver la exposición pictórica de Alfredo Castañeda no sospechábamos que nos encontraríamos con una interesante muestra de la corriente surrealista. Es un trabajo que genera sorpresa por su creatividad y fantasía.

Esa muestra consta de 19 obras del artista fallecido en 2010 y son parte de la colección de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la cual las obtiene mediante el sistema que siguen muchos artistas de pagar sus impuestos mediante la entrega de una parte de sus trabajos a esa dependencia.

Según información del Macay, Alfredo Castañeda tenía 12 años de edad cuando comenzó a estudiar dibujo y pintura con su tío Ignacio Iturbide, se graduó de arquitecto en la UNAM y por un tiempo combinó sus tareas de arquitectura y pintura. 
Viajó por España, Francia y Portugal, y a partir de 1971 se dedicó de tiempo completo a la pintura. Fue en Madrid donde falleció este pintor. Sus obras han sido exhibidas en España y Estados Unidos.

Esta exposición se denomina “Dimensiones insospechadas” es el título de esta muestra, que, según el Macay, “invita a un estado contemplativo, de indagación sobre los misterios que narran las diversas situaciones con las que nos seducen sus cuadros”. 

El texto de la presentación de esta exhibición de pinturas también señala que “Las atmósferas melancólicas y la constante que caracteriza su obra, los autorretratos, distantes y al mismo tiempo cercanos, nos confrontan con dualidades existenciales, en ser y no ser, estar y desaparecer o desintegrarse poco a poco, romperse o evaporarse”.

Se agrega que los temas abordados por Alfredo Castañeda parten de la autorreflexión, del autoconocimiento, así como de su admiración por escritores como San Juan de la Cruz, Dante, T. S. Eliot y Rainer María Rilke, que son su fuente de inspiración.


Se apunta que, sin embargo, este pintor no busca ilustrar el mundo literario, sino que se alimenta de él y lo refleja en su muy particular lenguaje pictórico que logra por medio de diversas técnicas, como el óleo y la gráfica, en las que incursionó de manera afortunada.

Esta exposición se abrió en enero pasado y concluirá este mes. Todavía estás a tiempo de visitarla, la entrada es gratuita. (Mérida Cultura).

martes, 4 de marzo de 2014

“En mis ratos libres soy escultor”.




Un artista autodidacta de Oxkutzcab busca exponer sus obras en Mérida.


Angel Andrés Vázquez Palomo es empleado de tiempo completo en una carpintería, pero en sus ratos libres es artista, es un hábil escultor de madera en relieve, una técnica que aprendió en forma autodidacta.

Sus obras son costumbristas, en ellas retrata escenas vernáculas: la Xtabay, el hogar maya, un leñador, la mestiza sacando agua del pozo, la elaboración de las tortillas, una mujer embarazada…

Elaboradas en cedro, esas esculturas son de mediorelieve. Pero en unos casos la profundidad de la escena es mayor, hay partes que rebasan la visión tridimensional, como ocurre con las ramas de los árboles.
“Parte de las herramientas que utilizo las fabriqué yo mismo, son para elaborar los detalles o secciones muy pequeñas y delicadas de la escultura”, indicó.

Vázquez Palomo es vecino de Oxkutzcab, donde junto con otros artesanos ocasionalmente exhibe sus trabajos en el parque principal o el palacio municipal del poblado. 

Pero desea que su obra sea conocida, le gustaría exponer en algún sitio de Mérida. El pasado fin de semana estuvo mostrando parte de sus esculturas en una de las secciones de la Expocampo 2014, donde llamó la atención de un buen número de personas.

En una charla relató que conoció la talla de madera a los 17 años de edad, aprendió de un amigo  suyo que elaboraba piezas de figuras mayas para venderlas a un comerciante de la Riviera Maya. 
Después de mucho tiempo de hacer lo mismo decidió probar con cuadros en relieve, de los cuales ha elaborado diez. Los ofrece en precios que van de $10,000 a $17,000, según el tipo de obra.

Algunos migrantes compraron parte de sus trabajos para llevarlos a Estados Unidos.

Angel Andrés es casado y con tres hijos, tiene 38 años de edad. Es un artista en busca de la oportunidad para que una mayor cantidad de público conozca su trabajo. (Mérida Cultura).