miércoles, 12 de febrero de 2014

El arte también es un medio de denuncia.


 
Dos exposiciones fotográficas muestran la ruta de vida o muerte de los migrantes centroamericanos.

Los mexicanos que viajan como indocumentados hacia Estados Unidos en busca del bienestar que no tienen en este país se quejan del mal trato y abusos que sufren en esa vecina nación, pero en México se da un trato mucho peor a centroamericanos que cruzan el territorio nacional rumbo al norte. En este caso los peligros que acechan son robos, violaciones, extorsiones, tráfico de personas e incluso el asesinato.

Parte de esa realidad se muestra desde hace varios días en dos exposiciones fotográficas en el Centro Cultural Olimpo. Amba son parte de la Primera Jornada  de Promoción y Protección de los Derechos Humanos, efectuada hace poco en ese lugar.

Una de las exposiciones consta de fotos tomadas por los propios migrantes en comienzo de su recorrido al ingresar al territorio mexicano y atravesar Chiapas y Oaxaca.
En este caso se obsequiaron numerosas cámaras fotográficas a esos trabajadores para que ellos impriman aspectos de esa parte del viaje y posteriormente los dieran a conocer.

La otra muestra corresponde al fotógrafo Hugo Borges, quien realizó sus estudios en Mérida y después se especializó en Argentina. Este artista de la lente ha ganado premios nacionales y expuesto parte de su trabajo en esta capital.

Ambas exhibiciones muestra los rostros de esos migrantes, parte de ellos son jóvenes expuestos a experiencias terribles a manos del crimen organizado que afecta al territorio nacional.
Uno de ellos logró ingresar una vez a Estados Unidos pero fue deportado, y después lo intentó cinco veces más hasta que no se supo más de él.

Las imágenes dan a conocer también como es el cruce en la frontera sur, entre México y Guatemala, a través del angosto río Suchiate, en balsas construidas con maderos y recámaras de tractores. Los indocumentados no utilizan los puentes oficiales de cruce entre ambas naciones sino que prefieren esta vía. Es el comienzo de un largo, penoso recorrido de incertidumbre, miedo, angustias y penalidades generadas no sólo por los delincuentes sino también por las autoridades que deberían protegerlos.

Una de las fotos muestra a varios de esos trabajadores encarcelados por autoridades locales, y el texto que acompaña a esa gráfica indica que eso es ilegal porque sólo pueden ser detenidos por orden del Instituto de Migración.

También se expone al ferrocarril conocido como La Bestia, el cual atraviesa México rumbo al país y por esa razón es aprovechado por los indocumentados para viajar en é de manera ilegal y peligrosa.

Esas exhibiciones fotográficas están en los bajos del Olimpo. Junto a ellas hay una muestra de pinturas y carteles sobre el mismo tema ya comentado. (Mérida Cultura).

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