sábado, 2 de mayo de 2015

Nueva exposición en el Pasaje de la Revolución



 

 

Varios artistas muestran sus obras en ese espacio administrado por el museo de arte contemporáneo, el cual ya lleva mucho tiempo cerrado.


Después de una larga temporada de casi un año exhibiendo los interesantes monolitos del defeño Jorge Yázpik, el Pasaje de la Revolución cambió su paisaje con una exposición colectiva de varios artistas que desde hace unas semanas puede verse en ese transitado callejón que separa a la Catedral del Museo de Arte Contemporáneo de Yucatán “Fernando García Ponce” (Macay).


Esta muestra que se ofrece ahora no es nueva, parte de esos trabajos han sido expuestos en ese mismo pasaje y en otros sitios más de la capital. Incluso parte de ellas estaban en el interior del museos citado y, al parecer, fueron reubicadas a esa vía debido a trabajos que se realizan en el interior del recinto.

Hasta donde sabemos, no ha sido inaugurada oficialmente esa exhibición. La administración del museo explicó en un comunicado que la razón de este regreso de esos escultores a ese mismo espacio con sus mismas obras y reunirlos con otros que por primera vez están presentes ahí se debe a dos celebraciones.

Ellas son el Día Internacional de la Tierra (22 de abril) y el Día Internacional de los Museos (18 de mayo). Los museos, se indicó, pueden contribuir a sensibilizar al público sobre el cuidado del medio ambiente.

Estos nuevos trabajos instalados ahí desde fines de abril para el disfrute de meridanos y turistas que todos los días atraviesas ese punto del Centro Histórico están agrupados bajo el nombre de  “Texturas y color”.

En su portal de internet ese museo señala que es una selección de obras de artistas internacionales y mexicanos, quienes a través de sus propuestas dialogan sobre la importancia de cuidar, preservar y respetar el medio ambiente.

Los participantes son los escultores alemanes Karin Brunnermeier, Mariana Vassileva, Paul Huff y Thymothy Bennet así como el artista japonés, Ryuichi Yahagi.

También están ahí los mexicanos Héctor de Anda, Marco Palma, Noookye, Pablo Castillo, Sebastián y Virginia Ayala.

Una de las piezas que en exhibición se titula “Auto”, es del artista alemán Paul Huff en colaboración con el grafitero yucateco Noookye, quien intervino esa escultura con un graffiti que, según se indica, “pretende dar vida y corazón a un objeto o máquina de uso tan cotidiano para el ser humano”.

A su vez el mexicano Héctor de Anda presenta cuatro trabajos denominados “Cubo en destrucción”, “Bosque de metal”, “La culpa” y “Diáspora”. Uno de ellos es parte de un proyecto urbano que él comenzó en 2008. Una de ellas está hecha de cubos de maderas provienen de construcciones de edificios en la ciudad de México y representa el hogar. 


Otras de las obras que puede verse en ese callejón son “Melancolía” (un árbol intervenido, de Thymothy Bennet), “Alfa-Beta” (de Sebastián),  “Maíz transgénico” (de Marco Palma), “Gallo y gallina” (un trabajo en fibra de vidrio, de Virginia Ayala), “Quimera” (trabajo en hierro, de Carlos Terán), “XXI” (un ensamble de plástico y metal, de Pablo Castillo) y “Árbol” (una estructura de metal, de Mariana Vassileva).

Esta muestra escultórica estará en ese lugar hasta el 30 de octubre.

Por otra parte, avanza en forma lenta el trabajo de remozamiento que se realiza al Museo Macay, el cual se encarga de las exposiciones en el Pasaje de la Revolución. Hasta ahora no hay información detallada de las tareas que se realizan en el interior de ese edificio y de las que faltan por efectuar. Tampoco se sabe cuál o cuáles son las empresas privadas a cargo del trabajo ni se ha dicho cuándo estarán listas esas mejoras y se reabrirá el edificio al público.

Hace unos dos meses funcionarios de los gobiernos estatal y federal recorrieron el interior del inmueble para ver esas obras. En esa ocasión se emitió un boletín en el cual se dijo que la tarea costará $8 millones y se realizarán en tres etapas. La primera de ellas se terminará hasta julio. No se informó sobre las fechas de las otras dos fases. Por tanto, el recinto seguirá cerrado por mucho tiempo.  

Al parecer, la primera etapa consiste en dar mantenimiento a la fachada, los muros interiores y a cinco de las 20 salas de exposiciones. Entre los trabajos que quedarán para las siguientes períodos está arreglar 15 salas. (Mérida Cultura)

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