lunes, 18 de mayo de 2015

Un parque pintado de color



 

 

Cada semana el arte ilumina alegremente este rincón meridano


En agosto próximo el pintor Víctor Argáez cumplirá un año de haber comenzado su proyecto de llevar las artes visuales a la gente de la calle mediante exposiciones semanales que realiza en las mañanas en el Parque Hidalgo.

Junto con un grupo creciente de pintores y fotógrafos este conocido artista pone esas expresiones artísticas al paso de meridanos y turistas que todos los días atraviesan ese céntrico lugar.

De esa forma él logra varios objetivos. Entre ellos están acercar el arte a esos sectores de la población que no frecuentan teatros, galerías, museos y otros recintos culturales más, y promover el trabajo del numero gremio de pintores locales, nacionales y extranjeros que hay en esta capital.     

-Es difícil lograr que la gente acuda a las galerías, y no todas las salas de exposición tienen espacio para estos artistas –explicó Argáez al exponer parte de las razones que lo llevaron a impulsar esa iniciativa que además fomenta una grata convivencia entre pintores y fotógrafos participantes en ese ejercicio.

Considera que algo similar se debe hacer en el resto de los antiguos barrios del Centro Histórico, cuyos parques tendrían así una nueva fisonomía. Estos sitios de reunión popular lucirían entonces como aquellas muchachas que además de bellas se engalanan los domingos para recibir al novio.

Argáez recordó que su proyecto nació a contracorriente, con la oposición del Ayuntamiento que les negó el permiso para instalarse ahí cada jueves por la mañana. Ante esa cerrazón, indicó, comenzaron exponiendo en el hotel Caribe, ubicado en una esquina del parque y con vista al paso de la gente.

El número de expositores fue creciendo y estos empezaron a ocupar el espacio exterior del establecimiento hasta que lograron autorización municipal. Actualmente se reúnen ahí unos 15 artistas. Ocasionalmente parte de estos provienen de Quintana Roo.

Esa singular comunidad está formada por pintores y fotógrafos emergentes y veteranos que exponen trabajos de distintas técnicas y temas. Parte de ellos realiza ahí mismo sus trabajos, usan los árboles, bancas y otros mobiliario urbano como caballete o exhibidor de sus obras. Esto propicia que la gente detenga su agitado paso para disfrutar el proceso creativo.

A dos meses de cumplirse el primer aniversario de ese proyecto, el grupo ya comenzó a organizar el festejo. Harán una exposición especial y llevarán a músicos y actores. La semana pasada visitaron al alcalde para invitarlo a esa celebración.

En honor a la verdad debemos señalar que ya hubo en el Centro Histórico proyectos similares para aproximar a los artistas con el público y viceversa. El parque de Santiago fue escenario de uno de esos intentos, realizado bajo el liderazgo del fotógrafo y grabador Humberto Suaste, propietario de la galería La Bodega, ubicada en esa zona de la ciudad.

El Parque de la Madre es otro sitio donde todas las noches, de jueves a domingo, se reúnen artistas para exhibir sus obras. Ellos hacen esto aprovechando que en esos horarios esa parte de la ciudad se cierra al paso de vehículos para convertirlo en un animado corredor turístico. 

Cada domingo, en el Paseo de Montejo, durante la realización de la Biciruta, otros aristas más aprovechan que esa emblemática avenida se convierte en zona peatonal e instalan sus trabajos al paso de turistas y familias locales.


También hay que decir que un sector de la población rechaza la ocupación de esos espacios públicos porque, afirman, esa práctica deriva en la creación de tianguis cuyo fin es el comercio de todo tipo de productos y no la promoción de las artes.

No cabe duda que nuestra sociedad es similar a los cuadros que pintan esos artistas. En ella hay gran variedad de colores. (Mérida Cultura)

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